Berros y ronchas

Con la novedad de que otra vez las envidiosas hermanitas flacas, anemia y neutropenia -y es que, claro, como quieren ser modelos de pasarela no comen nada y por eso, aunque se ven tan espigadas, están como están- me hicieron la jugarreta: se pusieron en la mera puerta de la vena y dijeron nanay, por […]

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