Nos envió Octavio Vázquez, desde Morelia (México) donde viven él y la hoja original del poema del 19 de abril, esta foto. Después, quizá, Alejandro quiera contar la transformación que sufrió el poema cuando abandonó esta hoja.
De túnicas y desnudos
Ya, oigan; cómo son gachos: cómo nadie me advirtió que el poema que se oía ayer era el mismo del día anterior y no el que se estaba viendo. Qué les costaba mandar un mail durante el día para llamarme la atención. Y es que, claro, las prisas ya se sabe que son malas amigas […]
Primera muerte
Mucho tiempo anduvo rodando la cuartetita sin que le hiciera yo caso, hasta que me apareció en una de esas el pie quebrado y me pareció que le ayudaba a vivir una nueva vida, en la que metro y rima pueden volver a ser legítimos y ocupar su nicho no como obligación sino como riqueza […]