Es una delicia que tengamos en el idioma un verbo como este; esa sutil diferencia entre ser y estar nos concede una dualidad invaluable. Estar es aparte de ser. Estar nos da poderes sobre los elementos y las cosas. Estar nos da un poder extra, sobre nuestro propio ser.
ESTAR
Lo que quiero es estar,
y estando, no dejar que el agua se detenga,
como un pez lujurioso,
estar, y estar moviéndome en el aire
para que como en aspas todo avance
hacia un júbilo movible,
nada más estar me gusta,
y si la tierra no para de menearse,
no cesa de frotarme,
sé que estando nada más
habré de se ser caldero de cenizas
nomás de puro estar.
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