Salgo temprano

Madrid está despejado de tráfico, vacío de gente y como con modorra. Salí temprano para ir al hospital y puedo decir, aunque por ello me venga posteriormente una multa por afirmar tal cosa en agosto, que hacía frío; yo iba de camisa de mezclilla y me puse encima un suéter de lana; ande yo caliente…; porque casi todos van como si ya hiciera el calor que hará dentro de un rato, en camiseta, con vestidos o blusas de tirantes previendo que a las once o doce comenzará a hacer calor y subirá quizás hasta los veintisiete grados que anuncia el señor Repsol. Ya los veré estornudando y moqueando dentro de unos días. Mientras los laboratorios se relamen los bigotes y fabrican más y más antigripales y hacen nuevas campañas de publicidad con bonitas modelos y guapos fortachones, acatarraditos todos: moquistol, porque su nariz lo agradece; tome moquistol dos veces al día y adiós escurrimientos; moquistol, agradable sensación de sol. Consulte a su farmacéutico.

Pero que Madrid esté con poca gente no quiere decir que esté limpio porque Madrid no es una ciudad limpia. A pesar de que hay papeleras en abundancia en las calles la gente tira basura por todos lados; el suelo está lleno de colillas, envolturas de golosinas, botellas de agua aplastadas, latas de refresco o cerveza, papeles de variopinta procedencia. Y algo que asquea sobremanera: gargajos sin recato alguno y vomitadas inoportunas. Hay que irse cuidando también de no pisar caca de perro porque luego es difícil y repugnante quitarla de los zapatos, o correr el riesgo de embarrarla en las alfombras de la casa. Y mean los canes por doquier; a la altura de sus patas en todas las paredes, postes, papeleras y demás mobiliario urbano escurre la mancha, y otras manchas escurren con frecuencia a la altura del hombre; no es infrecuente que las personas orinen en la calle, sobre todo en las altas horas de la madrugada, cuando se cierran los bares y a uno le da tanta flojera ir al aseo, y con lo fresquito de la hora y las cervezas ingeridas, ahhhhh. Ellos contra la pared, ellas entre dos coches estacionados.

Pero decía que salí temprano. Sí, tuve que ir a que me sacaran una poquita de sangre para los análisis que le darán al doctor Jiménez la pista para tomar sus decisiones. Amparo quería una vena de la coyuntura que suele dolerme de resentida que está y yo le ofrecí una más saltona del antebrazo. También me dolió, ni modo. Aparte de la tac que me hicieron hace dos semanas, de lo que yo le diga acerca de cómo me siento y sobre todo, de su ojo clínico, el estado de la sangre le ayudará a normar criterio. Dentro de un rato sabré si me ponen otro coctel, lo que tendrá que ser hasta el próximo lunes porque ahora no tomé los medicamentos preparatorios y el jueves se lo pediría de gracia porque el sábado iremos a Calanda, como ya dejé dicho antes. No hay que adelantar vísperas, al rato lo sabré de cierto. Pero me siento un poco mal de haber expuesto ante todo el mundo, hoy, que debiera ser fiesta porque llegaremos a los diez mil visitantes de esta nueva etapa, la falta de higiene de los madrileños; a ver si ahora que tengamos educación para la ciudadanía mejoran los hábitos.


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[audio:http://www.alejandroaura.net/voztextos/20070820aurasalgotemprano.mp3]

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