Segundas partes

Eso lo puede hacer la sociedad norteamericana porque está en su condición de aventurera, de iconoclasta, de furiosa inventora de sí misma adaptando muy a su manera los orígenes judeocristianos para construirse una identidad imaginativa que en algún momento de su sueño pudo pensarse que sería la del hombre nuevo. Hoy mismo anuncian que harán, precisamente en Las Vegas, un museo de la Mafia en donde no sólo reconocen sino exaltan y celebran la fuerza de una sociedad que es capaz de asimilar todas las cataduras morales que la conforman e integrarlas a su pugnaz visión del becerro de oro. Los casinos los hicieron los gángsters y hay que revivir para el sueño colectivo los claveles en los ojales de las solapas de sus trajes a rayas. Total, son héroes un poco sucios pero nadie les quita que construyeron este emporio de la alucinación en donde los millones de dólares no son sino fichas para ahuyentar el plazo inevitable que entre ellos, por cierto, se puede manejar de manera un poco más aleatoria de lo que suele ser en estado natural.

¿Pero Aragón tiene los tamaños para enfrentarse a eso? ¿Hay algo en su historia que lo justifique? ¿Podrán asumir eso como parte de su territorio físico y moral? ¿La iglesia española, que será accionista a trasmano, supongo, junto con el grupo de empresas británicas, australianas, estadounidenses y francesas que lo promueven, aceptará públicamente que se construya una ciudad para el vicio? Si el objetivo son los juegos de azar no pueden menos que ir acompañados de la estimulación de los sentidos: gastronomía, mucho alcohol y otros alegradores, todas las músicas, modas, diseño, servicio de acompañantes y periféricos sexuales, excesos que ayuden a construir la idea de un mundo feliz; nadie espera que se harán capillas en los casinos donde los jugadores devotos se encomienden a Dios para que les de suerte en el Black Jack.

32 hoteles, casinos, hipódromo, campos de golf. La imagen de uno de los hoteles que apareció ayer en maqueta en la prensa es ridícula: pirámides, esfinges y columnas a lo bestia. Caricatura de grandeza. Más bien parece que no lo han pensado bien. Que han olvidado la máxima antigua: nunca segundas partes fueron buenas. Hacer estadosuniditos chiquitos pensando que tiene que funcionar automáticamente puede causarles fuertes pérdidas y graves dolores de cabeza.

Pero mire usted, yo ya no voy a decir nada porque acabarán por tacharme de reaccionario y contrario al bien y al interés público. Total, que se gasten su dinero, que inviertan en lo que les parezca más provechoso; por lo general ya sabemos que quienes andan buscando en qué invertir no están pensando en cómo mejorar la especie sino en cómo hacer más redondas las monedas para que rueden más hacia su bolsa.

Entradas creadas 980

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entradas relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba