Trabajos del testigo

Vamos a ver: lo normal es que a este hombre le dé por hablar de sus cosas personales; personales de la persona, digo: que cómo durmió, que qué tantas veces la tos le hizo meter a los presidentes de las comunidades autónomas españolas en su sueño que iba tan aparentemente fluido, a que dieran su […]

Praderas de Alita Allis 15

LIBRE           Afortunadamente nadie puede saber lo que vivo desnuda, ni siquiera Slatti que comparte conmigo algunas veces la intimidad y es tan atento. Casi diría que ni yo misma sé lo que vivo desnuda porque nunca tengo oportunidad de formularlo, lo vivo y ya y no lo pienso, no está entre las cosas que […]

Praderas de Alita Allis 14

GENERO He notado que otro de los muchos errores con que me formaron es el llamarle el árbol a esa figura acogedora, cuando debiera llamarse la árbol, o tal vez, la árbola: no va de un lado a otro, no cambia más que en sí misma, no intenta nada, sólo logra lo que se propone […]

Las roscas de San Joaquín

Sobre aquel hermano no había caído la gracia del Señor en forma alguna, exceptuando los dones naturales que el Creador reparte entre todas sus criaturas dotándolas del soplo de la vida y de la chispa –a veces menor y a veces luminosa- de la inteligencia. Cumplía sus deberes y se esforzaba más o menos por […]

Praderas de Alita Allis 13

LA BESTIA Abajo de cualquier árbol me acomodo, como una perra sin dueño; no tengo frío ni miedo, cierro los ojos y dejo de sentir a la bestia que se me acerca acezante, oteándome, preparada para saltar a mi pecho que, cuando más, cubro con mi propia mano. Sé qué es lo que quiere: un […]

Nuevos comandos

A las ocho se dio cuenta de que era asediado por verdaderos comandos de tosecillas peludas entrenadas seguramente para demoler sin explosiones, sin grandes aspavientos sino con un golpeteo constante que resquebraja el entorno junto con la voluntad. Apenas más lacerante que un frotar con cepillo de alambre. Nada de hacerse notar; la estrategia, visto […]

Praderas de Alita Allis 12

OLOR A HOMBRE Su olor gasta mis energías. Después de un rato quedo verdaderamente agotada. Nada hacemos. El se recuesta y habla. Recorre praderas, montes y ciudades. Yo procuro no interrumpir sus viajes que me van dando diferentes aromas conforme pasa del sol a la sombra, de la contemplación a la enérgica práctica. Creo que […]

¡Ciento ocho!

Lo mejor que se puede presentar en estas circunstancias es la libreta de depósitos del sueño con la constancia de una buena administración. Y no está remiso el hombre: depositó lo suficiente como para permitirse tener hoy el crédito que requieren las circunstancias. Salvo dos interrupciones –incómodas, eso sí- para ir al baño con ciertos […]

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