Qué alboroto había siempre en la calle Venustiano Carranza, una algarabía de rancio arraigo porque adonde ahora íbamos a buscar la tela para las sábanas había sido costado del antiguo mercado del Parián, el de la Plaza del Volador donde hoy está el edificio solemne de la Suprema Corte de Justicia que no logró desterrar […]
VUELVE A SEGUIR LA OBRA
18 Un libro no es una manzana ni se gesta en árboles pero bien que induciría al pecado a cualquier hija de Eva que tuviera a su Adán medio dormido.