Chiles y sonetos

Había seis o siete amigos y no hay casi nada que me entusiasme más en la vida que compartir la comida con mis amigos en mi casa -dice, reviviendo de un cansancio tundidor-. Muertito, muertito, pero bien que hice el picadillo para los chiles rellenos; me cansé, sí, pero con qué gusto lo hice; de […]

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