33
También éramos libres
como el zorro;
aguzados,
famélicos a veces,
perdidizos
y con suaves y ondulantes colas
para menear el viento
que bien nos enclaustraba.
Y éramos mortales,
como el zorro.
Otro sitio realizado con Wordpress
33
También éramos libres
como el zorro;
aguzados,
famélicos a veces,
perdidizos
y con suaves y ondulantes colas
para menear el viento
que bien nos enclaustraba.
Y éramos mortales,
como el zorro.
Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.