No sé ni qué. Unos días vivo y otros me voy. Y no me voy a nada ni hago nada sino que Todo se me borra en la imaginación, lo que queda Y lo que ya no queda. No se puede decir que es agradable Estar en este sitio peligroso donde hay abismo para todos […]
El que canta…
Junto las manos, formo en ellas un hueco, soplo y puedo hacer como cantan las palomas. Una desde un árbol me saluda. Hace su dobe ruido, hondo y suave y espera hasta que yo contesto. Hablamos (cantamos) breve y luego vuela. Tal vez yo desciendo de una vieja familia de palomas.