Miscelánea y frontera

Ya una vez hablé aquí de los mangos de manila y no quiero volver a caer en esa lujuria aunque debo hacer público mi agradecimiento a quien por segunda vez en el año los mandó como fiesta y remedio, como consagración y auxilio, y a quien los trajo porque el porteo de algo tan delicado […]

El narco y los balazos

La batalla contra el narco que ha emprendido el presidente Calderón no es poco inquietante, el reto es descomunal porque la primera apuesta está en la honestidad del ejército y por desgracia hemos visto con frecuencia que elementos del más alto rango están en el doble juego. Claro que la cosa ha llegado tan lejos […]

Chochitos y farmacéutica

Se sorprende Alma de Cántaro, interlocutora de este famosísimo blog, por la cantidad de medicamentos que a Milagros se le ocurrió poner en la foto de anoche. Ni son todos lo que están ni están todos los que son. Me explicaré. Esas son unas fotos en donde hay ejemplos del orden en que ella guarda […]

Aquiles sigue furioso

Trilirín, trilirín…, hoy tengo sacadita de sangre a las ocho de la mañana, puro trámite; los chicos del Hospital de Día son impecables: va un pinchacito, Alejandro, me dicen cuando tienen la aguja enfilada a la carretera, ya no tan bien asfaltada, de mis venas (aquellas que eran como el ejemplo perfecto de las venas […]

Una de televisión

Ya sé que pensar en eso es utópico y políticamente incorrecto, pero cuál sería mi postura ante un gobierno en México que decidiera retirar la concesión a Televisa y a Azteca (dentro de sus facultades constitucionales) y volver a abrir algo semejante a Imevisión. Yo estaría francamente a favor del gobierno y daría infinitas gracias […]

Portadas de El Halcón

Esta fue una cuidada edición del gobierno de Colima, de 1999, con un grabado interior de Juan Manuel de la Rosa, previa a la publicación en “Poemas y otros poemas”. Una de esas ediciones raras que luego se vuelven codicia de coleccionistas.

Jornada de reflexión

La primera vez que fui a Aguascalientes, hace unos cincuenta años, me quedé asombrado de una manera de vocear muy peculiar. Había dos periódicos, el Heraldo y el Sol y los chiquillos que los vendían, todos, iban gritando sus nombres en ese orden, ¡el Heraldo, el So-llllllllllll! Alargaban la consonante final, la ele, sin vocal, […]

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