¡Híjole!, otro de esos días en los que la página no sabe lo que quiere que le escriba. Ándale, le digo, díctame, dime por dónde quieres que me vaya, qué te apetece; pero se me queda viendo con sus ojotes blancos y no dice nada, me transmite una desoladora experiencia de vacío en el que […]
ALLÁ ELLA, ABANDONADA
5 Sin embargo me iré a hacer otras ciudades; por un leve tiempo dejarás de importarme; aunque me vaya te estaré haciendo falta. Olvidaré por completo tus complicados números de teléfono, tus direcciones cada vez más inaccesibles y lejanas, no pensaré en ir a tal o cual cine, a tal o cual mercado, parque, paseo, […]
Tempranito
Predesayuna. Es temprano pero parece que ya acabó de dormir por lo pronto –lo que no quita que dentro de dos o tres horas le venga de golpe la ambición de completar el caudal de su libreta de perezoso y se tire una hora más de desconexión ilusionada, así que –transformado en él para vivir […]
ALLÁ ELLA, ABANDONADA
4 Ya entiendo: la ciudad vivirá más que yo que la he amado. Allá ella, abandonada. Su corazón será un inmenso cacto, cubierto de primores y de muertos.
El esfuerzo cedido
Lo veo amanecer sombrío, con el ánimo denso y nublado y oigo su monólogo lamentoso mientras pasea por las terrazas del alcázar lóbrego: -¿Quién me hizo eso, por qué me han puesto en disyuntiva tan desagradable, por qué tengo que pelear conmigo mismo para sostener un criterio u otro, cuando sería tan fácil acomodarse a […]
ALLÁ ELLA, ABANDONADA
3 Lo que ocultamos se va metiendo en el alma por un lugar que no existe. De allí saca ventajas la ciudad y nos calla la boca cuando queremos denunciarla.
Una mañana dificilona
A ver, ¿le pedirá permiso a un dedo para mover el otro?, según lo veo, sí. Y también se irá sacando las palabras una por una, como cuando empezábamos a fumar en la secundaria y ante la demanda del mosquerío que se arremolinaba, sacábamos los cigarrillos de pellizquito, o de uña, como también creo que […]
ALLÁ ELLA, ABANDONADA
2 Seguramente me quedaré ciego, me arrancarán la nariz de una mordida, me coserán la boca después de haber sido juzgado en un tribunal inexplicable, me colgarán de las orejas hasta que caiga de ellas como una fruta y decretarán una violenta prohibición en contra de mis manos; seguramente.
Mala noche
Pobre. Y no es por pobretearlo porque ven que soy el primero en darle ánimos y exaltar sus situaciones, sobre todo las penosas, con la mejor prosa que puedo para que por lo menos quede como un caballero elegante, como el principio de la página de ayer que la verdad me quedó bordado para haberse […]
ALLÁ ELLA, ABANDONADA
ALLA ELLA, ABANDONADA 1 Alzo los hombros en mi vieja ciudad: el hombre ya no tiene sentido. Alguna cosa vendrá que limpie al aire.