Ya sabías que cuando le ponías “on” quería decir “órale” y cuando decía “of”, significaba “pérate tantito”; mientras, ponías un disco ensartado por un hoyo en el centro y lo metías en el pivote de en medio del aparato; bajaba, previo empujoncillo, un brazo mecánico que lo sostenía y mediante un sencillo clic de una […]
INTERMEDIO PARA COMER
PAN DE JENGIBRE PARA DOS: Se hierven melaza y mantequilla en una cacerola chica; se ciernen: la harina, lo que se coge con tres dedos de sal, el azúcar y los polvos de hornear junto con la canela y el jengibre; luego se vierte crema sobre la cocción que hicimos antes, cuando ya está tibia, […]
Padre nuestro
Vimos ayer una película excelente: Padre nuestro, primer largometraje de Christopher Zalla, un inmigrante keniano que vive en NY y que trata, por supuesto, de inmigrantes. Es un relato dramático de picaresca de mexicanos que se van a buscar destino a los EEUU. En el viaje de ida la casualidad pone juntos a dos caracteres […]
SIGUE LA OBRA
12 Cuando regrese pondré una miscelánea en el zaguán; en ella expenderé redomas y sentimientos, tallos de flor, perfumes de cabellos y pedazos de lumbre que me queden.
Lo que celebran en la playa
La verdad es que la política es un arte muy difícil. Uno los ve desde fuera y dice, ah, qué mensos, debieran hacer esto y hacer aquello. Pero dentro, tener el poder para sostener lo que se cree que se debe hacer, es el riesgo mayor que pueda haber porque entonces tendrá que enfrentarse con […]
SIGUE LA OBRA
11 Casa de los poemas, lugar de los colores, mil veces me levantaré el sombrero en señal de respeto cada vez que frente al sitio donde estabas pase.
1 de mayo
No tiene tanto vigor ni tanta imaginación; es consciente de que está empezando tardísimo su tarea, pero piensa, siguiendo esa cómoda corriente de que el mal de muchos disuelve en partículas insignificantes la culpa personal, que al cabo hoy nadie va a abrir temprano esta página para buscar las verdades eternas con que suele adornarse […]
SIGUE LA OBRA
10 Oh, querida luz, querida y lenta y reluciente luz que por aquellos vidrios te metías y encandilabas mis espaldas y mis hombros y me ardías entre las piernas; querida luz, ¿qué gentes desnudas ahora te filtran?
El cielo amenazado
-A ver, Narrador, que anoche te quedaste tan compungido esperando en vano que hiciera yo mi chiste de humor negro, quita esos pucheros y dime si no es notable la noticia de este muchacho de Carolina del Sur. Me abismó. Te lo digo de plano–, me dice mientras esboza una sonrisa de incredulidad que se […]
SIGUE LA OBRA
9 He sido destrozado por la pasión; incendiado hasta el hueso quemé mi casa varias veces; ni cenizas quedaron ni piedra sobre piedra; sólo un dejo de olor; nardos y almizcle.