Habíamos enfocado el lunes como día de cambio; no muy especial porque hace cerca de tres años que recibo los tratamientos de quimioterapia y siempre han sido más o menos de esta manera, que me la ponen y luego me dejan descansar tres semanas y viene la siguiente aplicación; vaya, lo que ya he contado. […]
SIGUE LA OBRA
8 En el puño tengo el mal, pero ya lo conozco, más de una vez he perdido la memoria. En el puño lo tengo y lo dejo volar.
Lunes reglamentario
Claro que me doy cuenta de lo imposible de mis proposiciones, en qué cabeza cabe que algún día un gobierno decida erradicar, acusado de máquina infernal causante de miles de muertes de seres humanos, el automóvil; más bien me erradicarían a mí por absurdo, a mí y al que se atreva, si es que alguien […]
INTERMEDIO CANTANTE
La niña estaba asomada y el trovador le decía: –Si tú me dieras tu gracia, dueña mía, dueña mía. La niña estaba asomada. –Si tú me dieras tu gracia yo te encastillara reina. La niña que lo contempla largos cabellos se peina. –Si tú me dieras tu gracia. La niña que lo contempla primero se […]
Nueva familia
Así como hay ceremonias para iniciar a los hijos en tal o cual religión, para presentarlos a la sociedad y hacerla saber que se llama de tal modo y se tienen tales expectativas y se asume el compromiso tácito de que uno se va hacer cargo de su alimentación y todo lo necesario para su […]
VOLVER A CASA
7 Nuestra crueldad no tenía límites; sacrificábamos a la doncella y al mancebo para que con su natural inquieto no removieran nuestras viejas armonías. Quizá fue en esto en lo único en que encontramos escueta y redonda la verdad.
El libre albedrío
-No, pero tienes, por ejemplo, el libre albedrío que puedes ejercer en cualquier momento y cambiar tus condiciones bajo tu propia responsabilidad –dice muy seguro de sí mi interlocutor que en este caso, justo valiéndome del libre albedrío, he decidido que sea mi interlocutor y no una proyección de oficio que existe quiera o no […]
VOLVER A CASA
6 Nos convidábamos agua unos a otros; el que tenía sed abría el grifo por donde la buena voluntad de los demás salía; luego le agregábamos azúcar y zumo de limón y nos bebíamos la frescura de nuestras comuniones. Así éramos, no os quepa duda.
Aparición tardía
Adrede me negué a escribir en la mañana. No tenía ganas. No pasé buena noche y un humor desabrido me tenía ocupado. No es que no pudiera, no quise. Para nada es que estuviera frente a mí con sus ojos vacíos la hoja en blanco y no pudiera leer nada en ella, como le sucede […]
VOLVER A CASA
5 Se nos salieron las lágrimas cuando vimos sucio lo blanco de nuestros ojos. ¿Qué transparencia queda ahora para mirar el amor? ¿Cómo he de llegar llorando mugre a las sábanas blancas de mi amada?