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Muy temprano

No sé por qué me amaneció tan temprano; estoy seguro de no haber llegado ni cerca de mi cuota de sueño necesaria pero algo se me movió por dentro y me despertó, además del costado derecho que me duele porque no puedo cambiarme de posición en toda la noche. Si hubiera tenido sueños que me inquietaran, al menos; si el oxígeno que me abastece a los pulmones se hubiera cambiado de sitio saltándoseme los pequeños ductos de la entrada de la nariz, pero no, todo está en su sitio. Simplemente desperté como si hubiera terminado de dormir; qué extraño. Como a las dos me tomé la pastillita demoledora y unos veinte minutos después dejé la novela que leía y me tendí, y ya sé que es inmediato; pero no duradero, por desgracia. Al rato sentí a Milagros poniéndome fomentos calientes en la espalda porque me oyó quejarme antes de que despertara. Desperté, claro. Pero me volví a dormir cuando acabó el proceso y estaba yo otra vez con la espalda posible, no sé qué pasaría después.

El verano está en pleno; yo no puedo decir que el calor sea insoportable porque para eso hay que salir a la calle, estar un rato bajo el sol, exponerse, y yo he permanecido en el resguardo de mis habitaciones con las ventanas abiertas por las que ha estado entrando el aire, bastante aire, por fortuna; lo grave será cuando deje de soplar y todo se vuelva una masa compacta de calor veraniego porque no tenemos (ni quiero que tengamos) aire acondicionado. Ya una vez hablé de esto el año pasado y alguien se inconformó con mis puntos de vista, prefiero no entrar ahora en discusión. Mejor procuraré volver a dormirme un rato, al cabo no hay ruido todavía en la casa; mis hijos anduvieron danzando hasta la madrugada.

En realidad mi única preocupación actual es sobrevivir cada día y pasar al siguiente, de ese modo vamos viendo si recupero un poco de vitalidad y entro de nuevo al circuito; a ver qué dice el oncólogo el lunes próximo que me toca verlo. Sí, me voy a acostar otro rato; ah, si pudiera volver a dormirme.

…Y DOS DOCENAS

(10)
NATURALEZA MUERTA
CON MOSCAS (Miniatura)

Sobre la pequeñísima mesa café
un espejo.
Todo
serenamente oscuro.
Las moscas dobles
vuelan.
Negros puntos.
Negativo
de una noche
que mira sus estrellas
en el agua del mar.

Semana de la patada

Ya me regañaron todos por andar diciendo lo primero que se me ocurre pero es que según yo eso oí, y como no voy siguiendo la secuencia me pareció fácil ponerlo así; no tengo el menor inconveniente en aceptar mi error y en corregir mi tontería: no, no pasamos a cuartos de final sino a semifinales. Ahora parece que lo que toca es jugar contra Rusia y una vez pasado este escollo habrá que arriesgar el pellejo para acabar el torneo (espero no estar llamando de modo inconveniente a la sucesión de juegos entre los equipos de distintos países) de la Eurocopa, y allí veremos si los jugadores españoles llegan o no llegan. Por un lado está la capacidad, que evidentemente todos la tienen, y por otro, el accidente, el azar que manda tanto en el universo de los acontecimientos. Y habrá que estar pendientes, no hay escapatoria posible. Ayer los telediarios y hoy los periódicos están llenos de futbol, el mundo será futbol esta semana nos guste o no nos guste. Y no tiene por qué no gustarnos, además, porque es un juego de esfuerzos definitivos en donde se impone la fuerza de la juventud de la mejor manera y claro que es disfrutable, lo malo es la danza comercial que lo acompaña y lo que las inversiones en su entorno representan. Pero no pienso entrar en tan escabroso tema.

Lo que el otro día me llamó mucho la atención fue un decir del periódico: que el señor Botín, banquero, espera que este año las ganancias de su banco sean de once mil millones de euros (o algo así, qué más da). Al rededor de estas palabras había un montón de notas reseñando los recortes al gasto público, los enfrentamientos del partido de la oposición por las medidas económicas del gobierno para paliar la crisis, la disminución de ofertas de trabajo y un montón de dificultades económicas, en medio de las que se pavonean los bancos presumiendo sus ganancias. Y todos tan tranquilos. Con la resignación de los corderos. Parece que no hay cómo escaparnos de la trampa, del gran giñol, que no se puede prescindir de los bancos y que el fenómeno está más que claro y lo sabemos todos: lo que gana dinero es el dinero; el trabajo y el reparto social están en segundo plano. Nos moriremos los que estamos vivos (también el señor Botín) y no encontraremos cómo darle vuelta a la trampa. Qué calamidad, caramba, qué calamidad.

…Y DOS DOCENAS

(9)
NATURALEZA MUERTA
CON TROMPO

Sobre la mesa café
un reguero de frascos de colores;
las tintas derramadas:
a la orilla del verde nilo
el blanco;
el azul atravesado,
el rojo al margen,
el amarillo hace fulgor de mariposas.
Banderitas pintadas
cercan a la mesa.
huesos de chabacano coloreados
esperan una mano
para bailar la matatena.
La luz
a juicio del espectador.
Un trompo gira y canta
causante de la fiesta.
El cordón que lo juega
resbala de la mesa
anonadado.

El fut

Ni modo. Me arrastró la marea. Me llevó en la cresta sin que pudiera yo evitarlo. Y a la hora de la hora, ni quería evitarlo. En cada patada y en cada desplazamiento quería, como todos, ver que cuajara una jugada de gol y aquel infernal y angustioso cero a cero se moviera, que dejaran de pasar los larguísimos minutos de rojos y blancos sudados corriendo para un lado y para otro poniéndose obstáculos, empujándose, pateándose, jalándose las camisetas; ¡y cómo saltaban para pegarle a la pelota! Con la cabeza, con los dos pies en el aire, arriba de sí mismos, como si fueran todos de alambre y de resorte. Y allí estuve sin poder apartarme hasta que culminó todo con esas jugadas tan tensas de los tiros directos a las porterías, eso que era ya como una última oportunidad de expiación por los errores cometidos durante dos tiempos reglamentarios y dos tiempos extra en los que no lograron penetrar los muros de las fortalezas contrarias y llevaban y traían al sol saltando por todo el campo sin encontrar un horizonte en donde ocultarse a sudar su esfuerzo, un sol que fue perdiendo grandeza ante el poder de los chicos que lo llevaban y traían como gigantes que acabaran de inaugurar el cosmos y estuvieran buscando en dónde va cada cosa para acomodarla en su lugar de acuerdo con una idea que resultaba a todas luces contraria a la de los de enfrente.

Y también me alegré cuando por fin ganaron los de un bando, los del nuestro. No lo diría yo así pero hace muchos años que vivo en España y todo alrededor gritaba que esos éramos nosotros y el nosotros me involucraba también a mí, como el verano que se soltó ya con todas sus fuerzas. Las ventanas permanecen abiertas para que entre el aire y se refresque un poco la casa y con ese frescor entraba la fuerza de los demás que en las otras casas con las puertas abiertas vivían lo mismo que nosotros, la misma experiencia compartida que no se podía ignorar impunemente. Así que la Eurocopa me levantó en vilo anoche y me puso sus emociones al lado para que compartiera las que fui pudiendo. Y yo que había estado con la imagen del congreso del partido de la derecha jaloneándose el poder, una fiesta bastante divertida y en la que el anfitrión mostró que controlaba bien la casa pero que su entretenimiento era sumamente aburrido. Pero bueno, no es el momento para esa reseña.

Todo esto me sacó de la postración extrema y por eso mandamos la promoción que les debe haber llegado hace un rato. Luego si abren la página y se la encuentran desgraciadita y quejumbrosa ya me comprenderán y tendrán misericordia pensando que al fin soy como cualquiera, que me dejo arrastrar por el futbol sentado en torno a la televisión con el vocinglero grupo de mi hijos, y todos juntos nos integramos al nosotros que ayer pasó a cuartos de final.

…Y DOS DOCENAS

(ocho)
NATURALEZA MUERTA
CON PAR DE ZAPATOS

Sobre la mesa café
un río de alcohol
simulado con popotes.
Un calendario de escritorio
con desnudos artísticos.
En sección de oro
una plegadera china
con vaina de marfil.
Un foco sin lámpara
encendido.
Predominan los blancos y dorados
aunque el ambiente en general
tiene un tinte rosa.
En la orilla de la mesa
cuelgan borlas de estambre
de color morado.
Y en la parte de atrás,
sobre un frutero,
un vibrante par de zapatos
contemplándolo todo
con cariño.

Mis cosas

Lo que de veras me preocupa son mis cosas. Las personas como quiera se van acostumbrando, tienen nuevas preocupaciones, van y vienen, se tienen que acomodar para seguir lo suyo. Pero las cosas quedan completamente a la deriva, no habrá quién las proteja; con uno ahí van, se dan valor unas a otras pero todas dispersas son basura; el frasquito de los caramelos, el estuche vacío, las muñequitas del Rastro, la pluma sin depósito, el papel que era tan bonito, el plato que algún día usaríamos para algo. Esas sí que están perdidas. No es que tengan valor sentimental, no es eso, sino que cada una es un pliego de memorias enrollado y no habrá biblioteca de Alejandría que los recopile; se va uno y como si no hubiera tenido nada ni siquiera se despide de sus cosas, y luego las pobres, como no sirven para nada a nadie le mueven el interés de conservarlas; se va uno y las deja condenadas a ser otra vez material de baratillo, cuando mucho.

…Y DOS DOCENAS

(7)
NATURALEZA MUERTA
CON SOLDADOS

Sobre la mesa café
una cabeza de ajos,
una tabla amarilla
de picar verdura,
un juego de cuchillos
con el filo de canto.
La luz reverberante,
la color revuelta.
Un ramo grande de cebollas
pelea por su blancura propia.
Un plato rojo con tachuelas.
Y formados al derredor de la mesa,
ya armados, ya terribles,
los escuadrones de soldados de plomo,
listos
para cuando el pincel dé la orden
de matar esta natureleza.

Días de pájaros

Ay amigas, amigos, personas de la Tierra, qué resentida va a quedar esta página después de estos días porque, claro, no me puedo concentrar, no tengo cuerpo para ponerle la libra de carne que pide todos los días; apenas un pellejito me va quedando para darle la similitud de algo vivo. Pero fíjense ustedes: me levanto con las consabidas quejas con que habitualmente empezaría a elaborar la lista de letras de donde voy escogiendo y me encuentro con que ya mis hijos andan tomando café, contestando sus correos, leyendo las novedades de sus entornos respectivos, y si ya se levantó papá, vamos a charlar un poco, si para eso estamos tantos miles de kilómetros asombrados con los horarios cambiados y las luces a deshoras. Yo entonces me voy a otras esferas en donde empiezo a contarles cosas y a usar lo que iba a compartir con todos; que si me acuerdo de esto, que si de aquello, lo que he visto, lo que me sorprende, lo que ocurre bajo la manga del saco de los que cuentan las noticias. Se pasan las horas y ya necesito ir a descansar un poco cuando veo, desacompasado de mí, que no he escrito mi diaria obligación portuaria, que no acabo de construir todavía el atracadero de esta barca sin remos que es la mía.

Entonces vengo y digo, bueno, todo el que tenga cáncer y viva en el extranjero y vengan a visitarlo sus hijos alarmados por la cercanía que todos tenemos con el mismo gesto, entenderán que me distraiga y me cosquilleen los ánimos; pero no es por pereza ni descuido sino un espíritu como un globo a medias desinflado. No sé de las noticias mucho más que la reseña del telediario de anoche del primer día del congreso del partido de la derecha en donde los moderados parecen irle ganando el pulso a los radicales; emocionante y normal para quienes nos apasiona el juego, incomprensible para los ciudadanos que luego no saben ya ni a quien creerle.

Tengo metidos en la nariz los tubitos del oxígeno y con eso le voy chupando la savia al aire. Duermo todo jodido porque no más duermo de un lado y acaba por dolerme. Y andamos buscando y preguntando por tratamientos alternativos con que alargar la inútil ilusión de que volveré a salir corriendo en las mañanas a tomarme un café precipitado mientras llego al compromiso. Y volteo y como mi compromiso es éste trato de aplicarme y sé que no me queda más que pedirles que entiendan que andaré distraído algunos días.

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