El espejo encantado

Ahora no voy porque me resulta muy agotador pero los primeros años que viví en Madrid solía ir con frecuencia los domingos al Rastro; sobre todo los primeros meses, cuando monté mi casa, porque de México no me traje prácticamente nada más que unos equipales, algunos cuadros y unos pocos libros. En el Rastro, ese […]

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba