Bisiesto

Todo es llamar por teléfono y viene a casa la enfermera. El ambulatorio está como a unos cuatrocientos metros caminando y en realidad no sería cosa del otro mundo si a nuestro hombre no le conviniera más estar en reposo los cuatro o cinco días posteriores a la aplicación de la quimioterapia. La verdad es […]

Praderas de Alita Allis 9

LA BRUJA Llevo un largo rato mirándome las uñas: no están mal.  Pero tampoco están tan bien como yo quisiera. Me gustaría que fueran perfectas, sobre todo un poco más angostas y que no tuviera que limarlas para hacerlas agudas. Anoche Dohlan me pidió que le concediera un deseo Me dijo viéndome al ojo derecho […]

Praderas de Alita Allis 8

REFLEJOS Yo, Matea a secas, no sé de mí gran cosa: que me miro en el espejo con mis ojos grandes y tengo temor. No conozco el alcance de mis deseos. No sé hasta dónde soy capaz de llegar para obtener algo que quiero. Por ejemplo, hoy, que vi a Roderth paseando cerca de donde […]

Praderas de Alita Allis 7

RAPUNZEL No sé si seguirme cortando el pelo o dejármelo crecer hasta más abajo de la cintura. Hasta donde llegue. La mujer que me crió tenía los cabellos negrísimos y largos y tan abundantes que me acuerdo de mí misma colgando de su trenza mientras ella, como si nada, me sacudía igual que alguien se […]

Biblioteca hablada

Desde que se despertó lleva pensando en lo fácil que sería; y más contando con la infraestructura y los recursos con que cuenta el Conaculta, en México, aunque también se podría hacer en España o en cualquier parte. Un programa de fomento de lectura que penetrara de verdad en todas las capas del país. Voces […]

Praderas de Alita Allis 6

ESCOZOR Tengo un ligero ardor en la vulva y para averiguar de dónde proviene he usado un espejito de mano que suelo guardar en mi bolso y que he tenido que limpiar con vaho y un pañuelo de algodón muy delgado y suave que me regaló Mathew cierta vez que quedó muy mal conmigo porque […]

Dos al hospital

-Te levantaste, entonces, dices, al cuarto para las siete. -Pero lo curioso es que apagué la luz pasada la una y me dormí enseguida, sin esos paseos previos por caminos indecisos, como me suele ocurrir si me adelanto- me dice mientras se come una gelatina de jamaica y mira, como queriendo ya quitárselo, el esparadrapo […]

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