Página errática
Ahí anda, como siempre, el colibrí. Debe andar buscando su mirruñita de dulce para seguir impresionando a los espectadores. De pronto se queda quieto moviendo las alas con tal rapidez que uno ni lo nota y un instante después se esfuma vertiginoso hacia los camerinos a prepararse para la siguiene escena. Parece que existe y […]