Vamos, mandarina, enciéndete y de tu plena desnudez –ya que no te queda más remedio pues el pudor discreto con que te vi repetidas veces en el frutero ha dejado el paso a esta provocación indefensa con que saliste de en medio de las otras, las que hoy no fueron escogidas, por ese incomprensible arrebato […]
UN MUCHACHO QUE PUEDE AMAR
2 Me he puesto mi traje nuevo y he limpiado mis zapatos; en el claro día relucen mis cabellos limpios y el viento suave que danza por los corredores de las calles da a mis manos un dibujo perfecto; siento que la gente que pasa me mira con agrado, huelo a fresca lavanda y doy […]