De la misma fuente que el arquetipo, la rosa y el Nilo del maravilloso hallazgo de Borges que les mandé hace unos días por correo electrónico, es este poema del que otro espíritu (el mío, claro) saca su vaso de agua y lo comparte.
SAL Y PIMIENTA
No describo la cosa cuando nombro
y en rombos de sonido en espirales en volutas digo
pues la cosa es pastel
muchacha
zanahoria
y así la cosa dicha me provoca en la boca
una humedad un charco un chorro
y tal viene a quedar la cosa ya descrita
con la sola apetitosa forma de la cosa verbal que palabreo.
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