Anoche sufrimos un ataque terrorista que consistió en ocupar el espacio del blog y la dirección de mi correo electrónico por parte de unos activistas colombianos.
Reivindican, parece, unos derechos a la libertad de expresión que ellos, por supuesto, no respetan.
Dicen que ha cerrado mi blog por comunista.
Nos dirigimos a ellos en el espacio de observaciones para tratar de hacerles ver que era un error y manipularon nuestros mensajes apropiándose de mi nombre y poniendo lo que quisieron para desvirtuar el tono de nuestro reclamo.
No tenemos las herramientas necesarias para entrar en una lucha que no nos corresponde ni nos interesa. Yo apenas sé manejar los recursos de la computadora y Milagros está a años luz de tener los conocimientos de un hacker.
Nuestro corazón, además, no anda por esos territorios sórdidos. Estamos empeñados en una causa de vida y alegría. Y vamos a seguir en ella.
La verdad es que sentí horrible de quedarme sin mi página sin ninguna razón, por la alevosía de unos braveros que pasan por ahí golpeando a quien se encuentran con el único argumento de que pueden hacerlo a mansalva y con impunidad.
Tengo la misma dirección de hotmail hace al menos ocho años y ahora he de cambiarla porque me robaron el password, que era el mismo con el que hacíamos el blog.
Abriremos hoy mismo otra página (ya Milagros está construyéndola) y abriré otra cuenta de correo electrónico pero no tenemos ninguna garantía de que no nos vuelvan a invadir.
Por lo pronto, búsquennos con estas señas mientras procuramos algo que sustituya el término blindaje, que tan mal sienta a nuestra situación ajena a la batalla.
Nos blindaremos con lino, con algodón, con lodito; mejor: con el ropaje de ustedes.