EL DIVINO SUICIDA
Cara plana, ojos saltones, tez morena,
cabellos espinosos, poca barba,
este dios a la hora de su muerte se retrata.
Guirnaldas de flores amarillas, mamá
y que sus pétalos caigan en la tierra.
Que baile el tonto con música de banda
y plañideras haya y frutas en los fruteros.
A la hora de cortar el hilo
de nada vale sumar, acumular, contar;
se corta y ya
y vivan los ángeles del cielo
y las campanas que los previenen.
Magia definitiva es que este cuerpo
acabe por borrarse
y que su enorme soledad subsista.
Caja de palo y pentagramas;
aviones, calacas y palomas; vale soñar:
hacen la vida los dioses cuando sueñan.