CONDICIÓN DE LA CIUDAD

6 Lo que sí es que elude la paz con persistencia; no le interesa la paz mundial ni la paz conyugal ni la paz de los poetas. El que camina a mi lado me daría un golpe si le tomara la mano y aquella muchacha dejaría sin remordimientos que mis palabras se vinieran en seco. […]

Mientras duerme

Él sigue durmiendo tan quitado de la pena; es increíble que su constitución haya aceptado un solo hemisferio para pasar las noches y que sin ninguna rebeldía desplace los cambios de postura que el cuerpo necesita a un puro lado del contacto de su cuerpo con la cama. Llega a estar boca arriba –mi pizarra […]

EL SUEÑO DE LA CIUDAD

6 Lo decente es hablar de la tragedia, de la sangre congelada en el corazón del abandonado, de la pureza de la dama, del prodigio de la palabra que les dio vuelo a las aves, de la maldad de unos y de otros, tomar partido, elegir, saber lo bueno, pero no puedo, no puedo: me […]

Noticias del día

-¡De qué modo nos tienen apergollados con la jerarquización de asuntos a través de las noticias!- Murmuró para sí mismo porque era muy temprano y no había con quién comentarlo; Milagros dormía serena, la luz apenas comenzaba a trabajar en los prados celestes; perro, no tiene-. Estaba seguro de que hoy, al despertar, se encontraría […]

EL SUEÑO DE LA CIUDAD

4 E.H. Se me acaba de ocurrir que el verdadero gran hombre, el gigante –no el fatuo que se abanica con muchas palabras– es silencioso. Habla para saludar, para pedir su comida, para bajar del camión, para alegrar a la mujer amada o para llamar a los animales domésticos, y toda la charlatanería desarrollada al […]

El punto y coma

Coges la célula cancerosa y la jalas de las orejas para sacarla del núcleo donde está; si no eres zurdo la detienes con la izquierda y con la derecha le das un garnuchazo justo en donde debería ir el cerebelo, digamos; le das seco y te mantienes; acto seguido la vas a sentir espasmar por […]

EL SUEÑO DE LA CIUDAD

3 Cada vez más alejados de su corazón, cada vez más huecos, más ajenos, olvidaron la risa. Su tiempo lo tomó el tedio. Le daban vueltas al cilindro buscando la salida. Una voz bien seca hablaba, hablaba.

Inventario repentino

De pronto se le ocurre hacer recuento de daños, y todo a su alrededor ebulle; las sábanas se mueven como si escondieran algo, la almohada va y viene con sus divertidas plumas engrosando para un lado y para otro las partes de la pieza con la frívola pretensión de reírse engurruñada para invitarlo a que […]

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